lunes, 25 de febrero de 2013

AUDIENCIA DESCONTENTA



En 2009 se estrenaba en La 2 “RTVE responde: el programa de la Defensora”, un espacio en el que los espectadores podían hacer llegar al ente público (y en concreto a la Defensora del Espectador Elena Sánchez Caballero) sus quejas sobre los contenidos y la programación de RTVE. No sé hasta qué punto es efectivo un programa como este para que RTVE subsane los errores cometidos y mejore su programación, pero lo cierto es que la existencia de un formato como este se agradece.

Tanto es así que no nos vendría nada mal un “defensor/a de la audiencia” para el conjunto de la televisión. Bueno, en realidad ya existen asociaciones que se encargan de estas funciones. No obstante, las cadenas siguen sometiendo al espectador a los vaivenes de su programación cuando debería ser el espectador quien tuviese el poder… Sí, es cierto que los espectadores con audímetro (que teóricamente representan a toda la audiencia) tienen el poder de decidir qué programación gusta más o menos, pero parece que esto no es suficiente para que las empresas de televisión respeten a los espectadores.

De este modo, recopilo a continuación una serie de premisas básicas que a mi juicio deberían tener en cuenta los directivos de los canales de televisión si de verdad quieren estar en contacto con la audiencia y mantenerla contenta. 


1. ¿Horario de prime time hasta la madrugada?

El horario de máxima audiencia va de las 21:00 a las 24:00 horas y tradicionalmente empezaba con un informativo y luego seguía con una programación diferente para cada día de la semana. Esto sigue siendo así, aunque hace unos pocos años se estableció una especie de “subfranja” conocida como access prime time, que ocupan actualmente programas como “El Intermedio”, “El hormiguero” o “Lo sabe, no lo sabe” y que se sitúan entre el informativo y el programa de prime time específico para cada día.

La creación del access prime time ha provocado dos cosas: una, que el comienzo de la programación de prime time específica no se produzca hasta las 22:30-23:00 horas; y dos, que dicha programación no acabe en la mayor parte de los casos antes de las 24:00 y se prolongue hasta bien entrada la siguiente franja, la del late night (sirvan como ejemplos las galas de “Gran Hermano”, “Tu cara me suena”, “La voz”, “Tú sí que vales”, “Hay una cosa que te quiero decir”… e incluso series como “La que se avecina”).

Pero los canales van más allá: en determinados días se "prolonga” más de lo habitual la duración del programa del access prime time con el objetivo de que el programa posterior (a priori, el producto estrella del día) no compita frontalmente contra un programa eventual de grandes audiencias (casi siempre fútbol) emitido en un canal de la competencia. De este modo, por citar un ejemplo, los dos últimos capítulos de la tercera temporada de “Perdidos en la ciudad” (en Cuatro) no empezaron hasta las 23:00 horas (para evitar competir contra el partido de Copa del Rey que se retransmitía en Telecinco) y terminaron alrededor de la 1:00. 

Por tanto, sería conveniente ajustar la programación de prime time al prime time propiamente dicho. Muchos espectadores todavía madrugan (a pesar de los altos niveles de desempleo) y no pueden permitirse quedarse hasta las tantas viendo su programa favorito. Sí que es cierto que podemos recurrir a las reposiciones (de las que hablaré más adelante) o al servicio “a la carta” en Internet…, pero de esta forma se pierde la magia del directo, esa emoción de vivir en directo lo que se está produciendo y no esperar a que te lo cuenten al día siguiente.



2. ¿Capítulos de 2 horas?

Una queja habitual entre algunos espectadores es la excesiva duración de los capítulos de las series españolas (por lo general, de hora y media de duración más media hora de publicidad). Esto se debió en los últimos años a que las cadenas de televisión querían cubrir con un mismo producto las 2 horas que quedaban después del informativo nocturno.

Lo malo es que esta duración de los capítulos afecta muchas veces al ritmo de la serie y al propio argumento. Si las series españolas quieren cumplir con los estándares temporales autóctonos, han de enrevesarse más que las series de otros países, cuyos capítulos son de una hora. Esto provoca que una parte de la audiencia se aburra y cambie de canal (o directamente apague la televisión).
Por lo tanto, quizás es necesario un cambio en la mentalidad de los directivos de televisión (y también de los espectadores) para aceptar series españolas con una duración más corta.


3. ¿Este capítulo no es repetido?

Ya se sabe que el contexto económico en el mundo audiovisual es difícil y que hay que abaratar costes. Seguro que esta es la principal razón por la que los canales de televisión tienden a emitir una y otra vez sus productos estrella. Es un claro ejemplo de esto el Grupo Antena 3: Neox repite hasta la saciedad sus comedias vespertinas y el canal principal lleva años emitiendo los mismos episodios de "Los Simpson". El grupo Mediaset también recurre mucho a las reposiciones para cubrir la parrilla de sus canales (basa la programación de FDF en un bucle constante de "La que se avecina" y "Aída") e incluso posee no uno sino DOS canales basados en su mayor parte en reposiciones (La Siete y Nueve).

La jugada puede salirles bien (por ejemplo, con "La que se avecina") pero, por lo general, a largo plazo los mismos episodios una y otra vez pueden acabar cansando a la audiencia ("pan para hoy y hambre para mañana").



4. "A continuación, otro capítulo"

 Otra de las costumbres de la televisión en España es la programación de varios capítulos seguidos de una misma serie o programa (programación vertical). Hasta hace poco, laSexta era un canal que completaba su parrilla a base de programar hasta tres y cuatro capítulos seguidos de “Bones” o “Navy: Investigación Criminal” a diario.

Esta práctica se da no sólo en prime time con series como “Mentes criminales” o “El mentalista”, sino también en otras franjas como la sobremesa (“Castle” y “Bones”) y, hace un tiempo, también por la mañana con “Alerta Cobra” y “Crímenes imperfectos”. Y no se produce únicamente en canales generalistas sino también en los llamados canales temáticos (“Anatomía de Grey”, “Los Simpson”, “Modern Family”, “CSI” o “Callejeros Viajeros” son algunos ejemplos de esta programación vertical en TDT). 

  

5. Cambios de programación de última hora

El pasado mes de enero saltaron chispas entre Antena 3 y Telecinco: las dos lucharon cuerpo a cuerpo por ganar el mes. Para ello, los espectadores hemos tenido que sufrir algún que otro cambio de programación inesperado, que puso de manifiesto una vez más que lo primordial para las empresas de televisión es ganar al competidor antes que tener piedad del espectador, que dentro de poco se verá obligado a mirar la guía electrónica de programación hasta para saber a qué hora dan "El tiempo".

Las empresas de televisión deberían darse de cuenta de que el telespectador puede tanta inestabilidad programática. Deben cuidarlo y agradecerle de algún modo su fidelidad


6. "Publicidad 3.0"

¡Qué bien y qué moderno suena eso del 3.0! En realidad se trata de la estrategia que utilizan los dos grandes grupos televisivos de España (Antena 3 y Mediaset) por la cual han unificado las pautas de publicidad para todos sus canales, de modo que varios canales del grupo emiten publicidad a la vez. Esto ha acarreado que en los canales secundarios (es decir, en los surgidos con la TDT) el corte a publicidad se dé en medio de una secuencia, lo cual no es plato de buen gusto para ningún telespectador. Esta estrategia supuestamente beneficia económicamente a las empresas televisivas, pero le dificulta al espectador un buen seguimiento del programa que está viendo y, de forma indirecta, daña la imagen del canal.


En este punto se podría hacer mención también al excesivo volumen de publicidad que hay que soportar en la mayoría de canales. Y además en múltiples formas: rótulos sobreimpresionados, pantallas que se mueven para recordarte que mañana se estrenará X programa, los propios presentadores hablando maravillas de un producto... Tanto el Grupo Antena 3 como Mediaset han intentado “mitigar” la pesadez publicitaria ofreciendo cortes en pequeñas píldoras (los famosos “Volvemos en 6 minutos”).
Poco se puede hacer ante eso: hay que tener en cuenta que estas televisiones son empresas privadas y que, como tal, buscan un beneficio económico.


7. Información... ¿objetiva?

Cada medio de comunicación (ya no sólo en televisión sino también en radio, prensa, Internet…) tiene una línea editorial, una ideología que determina en parte el tratamiento de la información, convirtiendo así la objetividad informativa en una verdadera utopía. No obstante, las televisiones en general deberían revisar los contenidos de sus programas informativos así como el enfoque que les dan.

Este punto adquiere mayor importancia en el caso de las televisiones públicas. Los espectadores, ya no sólo como espectadores sino también como ciudadanos, no debemos permitir que las televisiones públicas sean las televisiones del gobierno de turno. Las emisoras públicas tienen que ser medios independientes y todo un ejemplo a seguir de máximo acercamiento a la idea utópica de la objetividad. Sólo de esta manera las televisiones públicas (tanto estatales como autonómicas) podrán recuperar la credibilidad que parece que están perdiendo de un tiempo a esta parte.


8. I + D + I-TV

Las televisiones se aferran a los programas y a las fórmulas que saben que les funcionan y apenas dan margen a las nuevas propuestas, a la creatividad. Seguramente el contexto económico que vive el medio en la actualidad tiene mucho que ver en este aspecto. Sin embargo, siempre es bueno y positivo que se fomente la innovación, la interactividad, los nuevos creadores... En definitiva, nuevas fórmulas. Y más ahora, con tanta diversidad de canales.


En realidad, en este caso se podría sustituir “diversidad” por “cantidad”. Es cierto que tenemos muchos canales, pero algunos de ellos reinciden en un tipo de programación o en un tipo de canal ya existente. Este aspecto se podría mejorar (como ya he hablado hace un tiempo en este blog).

Los canales generalistas, muy precavidos, recurren entonces a fórmulas muy parecidas entre sí que no dan lugar a la diversidad. Un claro ejemplo de ello son las sobremesas del fin de semana, en que La 1, Antena 3, Cuatro y Telecinco ofrecen cine, mientras que laSexta se decanta por un bucle de episodios de “Navy: Investigación Criminal” (aunque últimamente está haciendo el esfuerzo de ofrecer una alternativa humorística con “Top TT” y “El Intermedio: International Edition"). Los canales temáticos a esa hora suelen decantarse por programación repetida o más películas (incluso en los canales infantiles). 

Por lo tanto, señores directivos de televisión y productores ejecutivos, ¡innoven! No se habría llegado a la televisión de hoy en día si no se hubiese innovado. El medio televisivo tiene que seguir creciendo y avanzando.

Seguramente me habré dejado algunos puntos importantes en el tintero (o en el teclado). De cualquier forma, lo que sí parece claro es que los canales de televisión deben mejorar ciertos aspectos básicos de su programación para conectar mejor con el público de la “caja tonta”. 

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jueves, 14 de febrero de 2013

PROGRAMAS QUE EMIGRAN, ¿AUDIENCIA EMIGRANTE?


“Amar en tiempos revueltos” desembarcó en las sobremesas de La 1 en el año 2005. Sin hacer mucho ruido, se fue asentando en la parrilla hasta erigirse como uno de los pilares básicos de la programación de la cadena pública. Su periplo por TVE terminó en el pasado mes de noviembre del 2012. En sus 7 años de existencia promedió un 21,4% de cuota de pantalla, siendo la mayor parte de los días el programa líder en su franja. ¡Incluso en alguna ocasión fue el programa más visto del día!


El pasado 14 de enero (2 meses después del final de “Amar en tiempos revueltos”) Antena 3 puso en marcha “Amar es para siempre”, el spin off de la serie de La 1. La cadena de Planeta evitó que nos olvidáramos de su nuevo culebrón bombardeándonos con sus promociones; sin embargo, el estreno alcanzó un 15,1% de share, 1,3 puntos menos que el primer capítulo de “Amar en tiempos revueltos” después del parón estival del 2012. En los días posteriores, parecía que “Amar” en Antena 3 se estabilizaría en torno al 14-15% (siempre por debajo de “Sálvame diario”), aunque últimamente vemos que los datos no son muy alentadores: el pasado lunes 11 de febrero anotó su peor dato hasta la fecha, un 12,2%, que no dista gran cosa de los datos que hacía “Bandolera”, la predecesora de la nueva “Amar” en Antena 3. Además, el spin off está lejos de aquellas cuotas del 20% que solía alcanzar o incluso rebasar "Amar" en La 1. 


Definitivamente, la continuación de la serie no ha alcanzado el éxito esperado. ¿Esto es siempre así? ¿La "migración" de un formato a una nueva cadena es sinónimo de éxito? Veamos otros ejemplos.


1. "Aquí no hay quien viva" (A3) / "La que se avecina" (T5)

El Mirador de Montepinar abría sus puertas en Telecinco el 22 de abril de 2007 reuniendo a más de 4 millones de espectadores (un 28,8%), pero entre la primera y la segunda temporada la serie de Telecinco fue menguando sus datos hasta el punto de que parte de la segunda temporada fue emitida los domingos a partir de las 23 horas (con buena parte de los capítulos emitida en late night) debido a su preocupante evolución en términos de audiencia. La tercera y cuarta temporadas se convirtieron en poco más de rellenos de verano, aunque la cuarta temporada (la menos vista) aguantó con un 15,2% de media. Lejos quedaban aquellos datos por encima del 30% que “Aquí no hay quien viva” conseguía sin problemas en Antena 3.


Poco a poco y probablemente gracias a las continuas reposiciones en FDF, “La que se avecina” fue ganando adeptos, hasta el punto de que su sexta (y de momento última) temporada (22,4%) se convirtió en la más vista desde que el equipo de “Aquí no hay quien viva”/”La que se avecina” está en Telecinco. “La que se avecina” es a día de hoy la comedia de moda en España a pesar de no conseguir los escandalosos datos de “Aquí no hay quien viva” (por aquel entonces había una oferta de canales mucho menor, por lo que era más fácil alcanzar grandes cuotas). El éxito de la secuela es casi equiparable al de su predecesora.



2. "La isla de los famoS.O.S." (A3) / "Supervivientes" (T5)


Pero el cambio de cadenas no se da exclusivamente en formatos de ficción. La telerrealidad aventurera empezó en el año 2000 en Telecinco como formato pregrabado, con concursantes anónimos y con el título “Supervivientes: Expedición Robinson”. En el 2003 dio el salto a Antena 3 ya con participantes famosos, galas en directo y nuevos nombres: “La isla de los famosos”, “La selva de los famosos”, “Aventura en África”… En 2006 volvió a Telecinco bajo el título “Supervivientes: Perdidos en el Caribe” pero con el mismo espíritu. 


A lo largo de sus 12 ediciones el formato ha tenido una trayectoria muy irregular en cuanto a audiencias. Las ediciones 10 y 11 fueron las menos seguidas, pero cuando parecía que la vaca no daba más leche, la última edición (de mayo a julio de 2011) sorprendió a todo el mundo y se convirtió en la temporada más exitosa con un 27,8% de cuota media. Además, la final en la que Rosa Benito se proclamó vencedora alcanzó un histórico 38,8%, con picos de hasta el 70%.



Paradójicamente, a pesar de demostrar que todavía puede captar la atención de la mayoría de la audiencia, el formato “Supervivientes” permanece en la recámara desde el verano de 2011. La delicada situación económica del sector televisivo y los altos costes de producción parecen ser las causas de esta congelación forzosa. 



3. "La granja" (A3) / "Acorralados" (T5)


En 2004 Antena 3 adaptó el formato internacional “The Farm”, en el que un grupo de personas (en este caso famosos) conviven en una granja. La primera edición registró un aceptable 21,5% de audiencia media; sin embargo, la segunda (en 2005) bajó hasta un 17,6%, motivo por el cual Antena 3 decidió no preparar más temporadas. Seis años después, Telecinco sorprendía con la recuperación del formato bajo el nombre “Acorralados”. Esta edición prácticamente igualó a la del 2004 en número de espectadores, aunque se quedó con una cuota del 18,5% (en 2011 había una mayor fragmentación). Lo que queda claro es que el cambio de cadena supuso la revitalización del formato.



4. "¡Mira quién baila!" (La 1) / "¡Más que baile!" (T5)
Hablamos ahora de otro reality con famosos: “¡Mira quién baila!” (en TVE), renombrado después como “¡Más que baile!” en Telecinco. La primera edición se estrenó con éxito en La 1 en junio de 2005 y la cadena pública fue enlazando una edición tras otra casi sin descanso. Es así que la audiencia fue menguando paulatinamente: del 31,6% de la final de la primera temporada a un pobre 13,7% en la octava gala de la sexta temporada. La séptima edición (la última en TVE) no se recuperó lo suficiente y dio paso a la octava y única edición hasta el momento en Telecinco, en la cual Belén Esteban se proclamó ganadora ante acusaciones de tongo. Ya han pasado casi tres años desde la última edición, que por cierto fue la segunda menos vista. Un formato al que sin duda le venía bien este descanso.



5. "Operación Triunfo" (La 1, T5)

Tras el exitazo de la primera y en parte de la segunda temporadas de “OT” en La 1, la tercera fue un relativo fracaso, por lo que TVE decidió vender el formato a Telecinco. La cadena de Mediaset le dio un importante lavado de cara que le sentó bien: realizó cinco ediciones más. Hasta la sexta y polémica edición las audiencias respondieron como se esperaba, la séptima mostró claros síntomas de debilidad y la octava, convertida en una burda imitación de aquella primera edición que había cautivado a toda España, fue retirada antes de tiempo


Por tanto, en el caso de “Operación Triunfo” el cambio de cadena fue favorable para el formato en términos de audiencia. Otra cosa es la evolución del formato en sí…


6. "Equipo de investigación" (A3, laSexta)

Pero los cambios de cadena también se pueden producir dentro del mismo grupo. El Grupo Antena 3 decidía a finales del 2012 trasladar “Equipo de investigación” a laSexta, un movimiento que hizo patente que la fusión Antena3-laSexta era una realidad. 

Las audiencias del formato de investigación presentado por Gloria Serra en Antena 3 nunca fueron espectaculares. Las tres temporadas en la cadena naranja anotaron un 10%-11% de media, aunque sí que es cierto que era prácticamente el único espacio que daba buenos resultados a Antena 3 en su franja de late night. No obstante, el Grupo Antena 3 quiso premiar al programa otorgándole un mejor horario en laSexta (el prime time). Desde el 11 de enero, “Equipo de investigación” se ha movido entre el 8,3% del día de su estreno y el 5,5% del 18 de enero: unos resultados aceptables para laSexta que no son tan altos como los que alcanzaba en el late night de Antena 3, una muestra de que en general los espectadores tendemos a ver canales, no programas).

Una estrategia parecida con resultados similares la protagonizó otro programa de investigación, “Diario de” de Mercedes Milà, que después de emitirse durante 6 años en Telecinco pasó a formar parte de la parrilla de Cuatro en 2010 como resultado de la fusión.


7. "Tonterías las justas" (Cuatro) / "Otra movida" (Neox)

En mayo de 2010 desembarcaba en las sobremesas de Cuatro “Tonterías las justas”, un programa de humor que competía directamente con el veterano “Sé lo que hicisteis” en laSexta. Durante los primeros meses ambos programas se repartían la audiencia, aunque “TLJ” acabó ganando la batalla con cuotas en torno al 6% (aunque llegó a superar el 8% en algunas ocasiones), lo cual significó  el fin del espacio de Patricia Conde y compañía (que ya de por sí estaba desgastado). Tras el fin de “SLQH” se podría esperar un aumento de la audiencia de “Tonterías las justas”, pero ocurrió lo contrario: el espacio bajó ligeramente hasta instalarse en el 4%-5%. Finalmente Flo y los suyos cambiaron de casa en julio de 2011 por las divergencias entre Mediaset y la productora del programa, 7 y Acción.


Así, en agosto de 2011 se estrenó en Neox “Otra movida”, formado por el mismo equipo de “TLJ”. Dicho estreno obtuvo un 6,4% de share, convirtiéndose así en el mejor estreno de la historia de Neox y de la TDT hasta entonces. Este dato, por cierto, mejoraba el de los últimos programas de “TLJ”, lo cual tenía más mérito todavía ya que las audiencias medias de Neox eran bastante inferiores a las de Cuatro. No obstante, con el paso de las semanas las audiencias cayeron, por lo que se echó el cierre en junio de 2012 (con una media del 3,1%).  

Un movimiento parejo en la misma época se produjo con uno de los antiguos emblemas de Cuatro, “El hormiguero”, también de la productora 7 y Acción, que en 2011 pasó al Grupo Antena 3 por los mismos motivos que el equipo de “Tonterías las justas”. En Antena 3 la audiencia del show de Pablo Motos ascendió a niveles acordes a la media del nuevo canal (en torno al 10%-13%), mientras que durante su estancia en Cuatro superaba en varios puntos porcentuales la media de la cadena.


8. "Buenafuente" (A3, laSexta)

Andreu Buenafuente llegó en 2005 a Antena 3 procedente de TV3, donde llevaba años triunfando con sus late shows. Precisamente esa fue la fórmula que siguió cultivando en la cadena de Planeta. Su espacio logró ser una alternativa fuerte a “Crónicas marcianas” y promedió un 20,9% de cuota de pantalla entre 2005 y 2007. En este año y hasta 2010 se instaló en laSexta (cuando todavía no formaba parte del Grupo Antena 3). En la cadena verde la media bajó considerablemente hasta datos más acordes con la media de laSexta. Aun así, la tercera temporada en laSexta fue la más exitosa en dicho canal (8,7%), pero el propio Andreu quiso poner punto final alegando agotamiento.
 

9. "La hora de José Mota" (La 1) / "La noche de José Mota" (T5)

Tras la separación del dúo Cruz y Raya, uno de sus integrantes, José Mota, siguió trabajando para la cadena pública en un formato semanal de humor con muy buenos resultados de audiencia. La primera temporada cosechó un importante 19,9% de cuota de pantalla y la segunda incluso llegó más allá, a un 21,7%. La tercera descendió varios puntos, hasta un 18,8%. En cualquier caso se trata de datos muy buenos para cualquier cadena. La razón de su retirada fue el excesivo presupuesto que requería, por lo que Mota se pasó a Telecinco.

La cadena de Mediaset estrenó el pasado jueves 7 de febrero “La noche de José Mota”: el mismo humorista, la misma fórmula... pero en diferente cadena. Debutó como segunda opción de la noche con un 17,4% de share, casi 5 puntos por debajo del estreno de la tercera temporada de la extinta “Hora de José Mota” en TVE. Pero no nos apresuremos: todavía es pronto para determinar la evolución de este programa.




Podríamos hablar todavía de más casos. Por ejemplo, el traslado de varios espacios de La 2 a La 1 (“Solo moda”, “Versión española”) para darles una mayor visibilidad, o el movimiento del cocinero Karlos Arguiñano de una cadena a otra durante años.

En conclusión, el cambio de cadena de un formato de éxito suele ser una garantía de que dicho formato seguirá teniendo éxito, aunque no necesariamente. Depende mucho de varios factores: el nivel de explotación sufrido por el programa antes de su traslado a un nuevo canal, su capacidad de reinvención sin perder las señas de identidad, cuál es el canal que acogerá el formato de éxito, cuál es la audiencia media previa al traslado, cuál es el tipo de público... Realmente no existe ninguna regla escrita y cada caso es un mundo: es por ello que encontramos ejemplos con resultados dispares. Las televisiones no deben relajarse nunca a la hora de estrenar un formato avalado por el éxito en un canal de la competencia.
 
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martes, 5 de febrero de 2013

AUDIENCIAS EN GALICIA: V no encuentra su sitio




El 29 de mayo de 2010 nacía V Televisión, la primera televisión gallega sustentada con capital privado. Se presentaba como un canal con “vocación plural e independiente, orientada a un público moderno y urbano”; en definitiva, como “otra forma de ver Galicia”. Su oferta de contenidos venía pisando fuerte: estaba compuesta por un abanico bastante amplio de programas de producción propia, así como de cine y series de calidad (¡el primer espacio emitido después de la presentación oficial fue “The Wire”!). Prometía ser una alternativa para la ciudadanía gallega.


Eran conscientes en el Grupo La Voz de que los tiempos no eran los mejores para la apertura de un canal de televisión: la crisis económica era cada vez mayor y el modelo de negocio televisivo se encontraba inmersa en un gran cambio. Ante tal panorama, en sus primeras semanas de vida V se movía en torno al 0,3% de cuota de pantalla en Galicia, dato que se podría perdonar en aquel entonces. No obstante, en sus casi 3 años de existencia, la cadena no ha visto una gran evolución en sus niveles de audiencia: en el pasado mes de enero, V Televisión se tuvo que conformar solamente con un 0,5% mensual, por debajo de la TVG (12%) e incluso por debajo de la tvG2 (0,9%). Definitivamente, V todavía no ha encontrado su sitio dentro del panorama televisivo gallego.

La TVG acapara la práctica totalidad de la audiencia reunida en torno a canales gallegos

V Televisión nació con vocación de cadena generalista, para complementar la programación de la TVG y dirigirse a públicos a los que la cadena pública no se dirigía en gran medida. Partiendo de esta premisa, pienso que un 0,5% es un dato insuficiente como para que V sea valorado como una alternativa televisiva real. ¿Qué se podría hacer para cambiar este hecho?



Analicemos pues las principales fortalezas de la programación de V Televisión:


a)      La potenciación de los artistas noveles y los deportes minoritarios. V da voz a nuevos talentos de la música y las artes en general, una faceta que apenas explota la TVG en estos momentos. Para ello, en V existen o existieron formatos como “Xente emerxente”, “Música ambiente”, “V Clips” o “V minúscula”. Además, la cadena privada cuenta con varios espacios sobre deportes minoritarios o de riesgo (“Planeta ras”, “Motor en V”, “Ojo de pez”, “¿Te atreves?”) que complementan a otros espacios de la tvG2.


b)      La apuesta por espacios con un tratamiento diferente de temas que ya nos ofrecen actualmente los dos canales públicos gallegos. Es el caso del magazine de humor “Vaya V”, que combina plató con reportajes de calle y que constituye otra visión del humor hecho en Galicia. Otros ejemplos podrían ser el docucoach “Galego con curso”, donde un grupo de alumnos aprende gallego, o el programa de viajes “Low cost”, en el que se nos ofrecen alternativas económicas para poder visitar ciudades europeas.


c)       La inclusión de temáticas inéditas en Galicia. V Televisión habla del mundo de la Publicidad en “Capitán Spot”. También aborda la movida nocturna gallega en “Tu night”, instruye a la audiencia en el campo de la educación vial en “Al volante” y se adentra en la enología con “Devino”. Un tema inédito también sería el de “Xosé en Londres”, en el que un gallego emigrado en la capital británica nos muestra cámara en mano su adaptación lejos de su tierra.

Raquel Atanes, conductora de "Tu Night"


d)      La inclusión de temáticas que, si bien no son inéditas en Galicia, no cuentan en estos momentos con un formato análogo en la TVG. De este modo, V se sumerge en el mundo de la moda (“Moda gallega”), la ecología (“Van de verde”), la Historia de Galicia (“Lendas vivas”), la salud (“Quiero ser membrillo”) o la integración de los inmigrantes (“Galicia Connection”). V también se ha atrevido a explotar un tipo de televisión que se ha llegado a ver alguna vez en la TVG: la telerrealidad (a través del reality road “Perdidos en Galicia”). 


e)      La cabida a la televisión solidaria mediante formatos originales como “Mobilízate”, en el que un grupo de personas componen un flashmob en pro de alguna causa social, o “Cámbiocho”, que habla de la solidaridad entre personas a través de los bancos de tiempo.


f)       La intención de servir de alternativa informativa. El claro ejemplo de ello es “Vía V”, el espacio de debate y análisis de la actualidad que ocupa el prime time de la cadena de lunes a viernes. El hecho de que desde una cadena privada se apueste por ello es una ventaja para el espectador.
Fernanda Tabarés, presentadora de "Vía V" y directora de V Televisión



Sin embargo, no podemos obviar un conjunto de debilidades que probablemente sean las que hacen que V no termine de despegar:


a)      La renovación insuficiente de su parrilla de programación. Sí es cierto que V ha estrenado algunos espacios después de su nacimiento en 2010, pero muchos de los formatos que emite a día de hoy son los mismos que se emitían en su primera semana. Esto sería bueno si se tradujese en un aumento progresivo de audiencia, lo cual no ha ocurrido. Si V Televisión quiere ofrecer una imagen dinámica, debe replantearse constantemente  su programación y dar paso a nuevos formatos y nuevas temáticas. En este caso estaría justificado que el canal sirviese de laboratorio experimental, y más si tenemos en cuenta que estamos ante un canal todavía joven que tiene que encontrar su sitio en el panorama audiovisual.


b)      El excesivo gusto por el reporterismo. Programas como “De bares”, “Sobre rodas” o “A mochila do viaxeiro”, entre otros, ejemplifican el tipo de televisión que explota V Televisión: reporterismo divulgativo. Se trata de un tipo de televisión que también explota (quizás en exceso) la TVG. Por lo tanto, V debe tomar una vía que le permita encontrar una identidad más diferenciada con respecto a la cadena pública gallega, y estos formatos de reporterismo divulgativo no ayudan a ello (a pesar de que muchos de ellos son buenos programas).

d)      Apuesta poco decidida por la ficción. Sí que es cierto que en sus inicios V se dio a conocer como la primera cadena española que emitiría en abierto la celebrada serie “The Wire”. Además emitió otras series de reconocimiento internacional como “Doctor en Alaska” o "Larry David". No obstante, parece que ahí se quedó el empeño en construir un canal con una ficción de referencia. Esto se puede aplicar también a la ficción de producción propia: V Televisión sólo tiene en plantilla la comedia de sketches “Para mariñeiros nós”. V debería seguir por esa senda y ampliar su catálogo de series de producción propia y de series foráneas.



c)       La ausencia de espacios que vertebren el day time. Actualmente las franjas de mañana y de tarde en V se componen en su mayor parte del tipo de programas que mencionaba en el apartado anterior. Se trata de programas de corta duración que no requieren de un seguimiento diario continuado (este es el gran problema) y que no ayudan a unificar a la audiencia en torno a una franja. Se echa en falta algún programa de mayor duración, en directo y en plató



e)      Escaso aprovechamiento de las posibilidades de la tecnología. Una de las ventajas que tiene el nuevo sistema de TDT es la posibilidad de escoger el idioma de audio de los programas extranjeros. V debería estudiar este punto. Asimismo, estaría bien que diera pasos hacia el subtitulado de sus espacios de producción propia y, de este modo, facilitar el acceso de espectadores con discapacidad auditiva a la programación del canal.


f)       Casi ausencia de programación infantil. Una cadena que se autoproclama generalista debería poseer un repertorio de espacios destinados a los más pequeños de la casa. Actualmente emite el concurso “Xiz” con los niños como protagonistas, lo cual resulta insuficiente: este espacio necesita un refuerzo, más programación infantil que lo rodee. No podemos obviar, eso sí, que V tendría difícil su salto hacia ese público por el número de canales temáticos para niños ya asentados en nuestros televisores.
El presentador Emilio Guillín con concursantes de "Xiz"


g)      Uso de dos lenguas. En su ánimo de reproducir la realidad bilingüe (o diglósica) de Galicia, V tiene algunos programas en gallego y algunos en castellano. Incluyo esta reflexión dentro del grupo de debilidades por una razón: es probable que haya una parte de la audiencia que no considere V Televisión como una alternativa televisiva gallega por el hecho de utilizar el castellano en una parte muy importante de su programación, lo cual sería una debilidad del canal. Lo cierto es que basta con darse una vuelta mediante el mando a distancia para determinar cuántos canales hay en gallego y cuántos en castellano. Claro que quizás otra parte de los espectadores consideren que es bueno tener una televisión gallega que no utilice siempre la lengua de la tierra o que emplee el castellano en el 100% de su programación (esto sería también una debilidad). Sea como sea, lo único seguro es que nunca va a llover a gusto de todos.



Por tanto, ¿qué podría hacer en la práctica V Televisión para ganarse a más espectadores gallegos? Pues por ejemplo…

a)      Apostar por temáticas novedosas, nuevos públicos (quizá público juvenil) y formatos arriesgados, además de aumentar la presencia de programas en directo.

b)      Explotar aquellos géneros televisivos menos habituales en la televisión pública gallega, concretamente los concursos, los realities y los programas de análisis e investigación informativa.

c)       Hacer un mayor esfuerzo en el campo de la ficción. Esto se traduce en la emisión de un mayor número de películas, así como en la adquisición de series de prestigio y en la producción de series propias.

d)      Aumentar el número de presentadores de la cadena a través del fichaje de algún profesional de cierto prestigio dentro del panorama audiovisual gallego, además de dar cabida a nuevas caras y a nuevos profesionales.
f)       Realizar campañas de promoción del canal más allá del Grupo Voz, campañas con una fuerte presencia en el día a día de la sociedad gallega (uso de vallas publicitarias, medios de transporte…).

e)      Potenciar la interactividad con el espectador y aprovechar las ventajas de las nuevas tecnologías al máximo. Asimismo, utilizar los demás medios del Grupo Voz para una retroalimentación mutua.





Esto son sólo posibilidades. En cualquier caso, es de agradecer que en los tiempos que corren el Grupo Voz se haya lanzado a la aventura de intentar crear una alternativa televisiva amable y con sabor gallego.


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